[The speciality of family and community nursing].

Hace ya tiempo que los cambios sociales, las necesidades de cuidados de la población, la complejidad de los servicios sanitarios y el incremento de conocimientos enfermeros, entre otros criterios, venı́an indicando la necesidad de la especialización en enfermerı́a. El Real Decreto (RD) 450/ 2005 sobre especialidades de enfermerı́a vino a regular esta necesidad, enmarcando el proceso de especialización enfermero en igualdad de condiciones y con el mismo sistema que el resto de las ciencias de la salud. Una de las 7 especialidades que determina el citado RD es la de enfermerı́a familiar y comunitaria (EFyC). El trabajo de las ‘‘protoenfermeras’’ (figuras precursoras de las actuales enfermeras) en la comunidad y en el cuidado de las familias está presente en prácticamente todas las épocas históricas y se concreta formalmente en la segunda mitad del siglo XIX con las enfermeras de distrito inglesas y las enfermeras de salud pública estadounidenses. Aproximadamente en la misma época en España, Concepción Arenal sienta las bases que sirven para la posterior implantación de la figura de la enfermera visitadora. Desde entonces, diversos organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud o el Consejo Internacional de Enfermerı́a (CIE) se han pronunciado acerca de la importancia de esta enfermera especialista a la que se ha dado diversas denominaciones: enfermera comunitaria, de familia, de barrio, etc. y han emitido múltiples informes respecto a su importancia, ámbito de actuación, competencias y formación necesaria. El CIE ha enunciado el dı́a internacional de la enfermera 2008 con el lema ‘‘Servir a la comunidad y garantizar la calidad: las enfermeras al frente de la atención primaria de salud’’. Actualmente, en España hay más de 25.000 enfermeras trabajando en los equipos básicos de salud en la que es la red sanitaria más extendida del territorio nacional: la atención primaria de salud (APS), máximo garante de la accesibilidad y la equidad del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, no se puede ocultar la actual crisis por la que atraviesa la APS motivada, entre otras causas, por estar centrada mayoritariamente en la atención individual a la enfermedad, por hacerlo desde una perspectiva hegemónicamente médica y por utilizar los fármacos como abordaje casi exclusivo. Es decir, el sistema desestima la perspectiva de los cuidados y la autorresponsabilidad sobre la salud. Crisis, por otra parte, que se quiere presentar como pragmática pero que, sobre todo, es conceptual y a la que la enfermera especialista en EFyC puede y debe hacer una significativa aportación. La APS es el ámbito fundamental de actuación de la EFyC aunque no es el único. La cooperación al desarrollo, la atención sociosanitaria o la vigilancia epidemiológica, pueden contarse entre los campos en los que la enfermera especialista en EFyC puede tener un papel relevante. Según la normativa vigente, serán los responsables de los distintos organismos y entidades contratantes, mayoritariamente los servicios de salud autonómicos, los competentes para determinar los puestos de trabajo en los que se precisa esta enfermera especialista. La EFyC nace con la vocación del trabajo en equipo y de la necesaria colaboración con otras especialistas, con otras disciplinas, con los distintos niveles de la atención sanitaria y con los recursos comunitarios existentes, conscientes de que el centro del sistema es el ciudadano, su grupo familiar y la comunidad donde desarrolla su vida. Es la persona en estos tres niveles quien debe tomar el protagonismo de su proceso salud-enfermedad y la EFyC debe acompañar y contribuir en ese empoderamiento. ARTICLE IN PRESS